Alfonso y Gerardo, dos presos muy distintos

No lancemos las campanas al vuelo: el sistema sigue siendo exactamente el mismo. El hecho de que hayan detenido a ese pájaro llamado Díaz Ferrán que es capaz de dejar en la calle a tanta gente y lo único que se atreve a decir es que hay que trabajar más horas y cobrar menos salario, mientras él amasa fortunas en forma de billetes -que, muy patriota él como todos los capitalistas, se lo lleva a esconder a paraísos fiscales-, o en forma de oro, no es ningún síntoma de cambio ni de que la justicia se haya decidido a perseguir a los grandes empresarios, esos que lo son gracias a la explotación de los trabajadores. No. También el mismo sistema en forma de dictadura, llevó a la cárcel a otro pájaro de mucho cuidado llamado Villá Reyes (luchas entre distintas familias políticas en el franquismo: los “tecnócratas” del Opus, los “aperturistas” de Fraga, los falangistas ya gastados... O también el mismo sistema disfrazado de “cambio” expropió y arrinconó a otro pájaro de tanto cuidado como Ruiz Mateos (luchas entre distintas influencias capitalistas, puesto que lo que antes Ruiz Mateos había robado a los trabajadores, ahora se lo dan a un tal Cisneros, empresario venezolano). No, el sistema no cambia si no lo cambiamos nosotros. Si han detenido al pájaro que no dejó volar a los demás pero él si lo hacía, será porque hay otro enfrentamiento entre distintas familias de poderosos que quieran llevarse el gato (en forma de avión, de hospital, de instituto, de…) al agua.

No nos dejemos llevar por la alegría que, sin duda, sentimos. No. Porque también podemos hacernos esta pregunta: ¿Aplicarán al pájaro volador el mismo régimen carcelario que están aplicando a Alfonso? Alfonso es un joven socio de los Bukaneros, peña seguidora del Rayo Vallekano y luchadora por un fútbol que no sea negocio y por las libertades en Vallekas y en el mundo entero. A Alfonso le detuvieron, le interrogaron intermitentemente durante treinta horas, que aprovechan las autoridades para hacer registros en su casa y en la sede de Bukaneros, se llevan los archivos, con la lista de socios y simpatizantes, pancartas, sprays y bengalas (ese famoso “material inflamable” del que hablan los periódicos comerciales). Después de llevar setenta y dos horas detenidos a Alfonso se lo llevan a la prisión de Soto, a los otros trece les dejan en libertad con cargos. Han empleado la figura de “alarma social” (¿qué papel han desempeñado los medios comerciales en esto?), una figura que está desaparecida del código penal para las prisiones preventivas. A Alfonso se le ha aplicado, dentro de la prisión, otra prisión aun más represiva y vejatoria, el régimen F.I.E.S. (Ficheros Internos de Especial Seguimiento). Dicho régimen bien lo ha sabido explicar Xosé Tarrio González en el libro Huye, hombre, huye. Diario de un preso FIES. (Está reeditado por Individualidades Anarquistas, si alguien lo quiere bajar para leerlo y darlo a conocer –que se sepa lo que es el terror del estado-, puede bajarlo gratis en la página de Rebelión). Como preguntábamos, ¿qué régimen le aplicarán al pájaro volador? Creemos que ninguno, pronto saldrá, eso sí, con cargos, como tantos otros poderosos que andan todavía incluso en la “política activa”.

No, nada ha cambiado. Todo tiene que cambiar, pero será por la acción de las gentes, no porque el poder quiera dejarse cambiar. El mundo no sólo es posible que sea mejor, es que es un deber hacerlo mejor.

LIBERTALIA

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